
Aparentemente, mientras dormimos, el cerebro se mantiene sumamente ocupado procesando toda la información recibida durante el día. Revisa detalladamente todas las memorias formadas, estabilizándolas, copiándolas y llenándolas para que tengan más utilidad al día siguiente. Dormir bien puede hacer que las memorias sean resistentes a “interferencia” de otras informaciones, por lo tanto es más fácil recordarlo y se pueden usar con mayor eficacia al día siguiente. Dormir bien también ayuda al cerebro a “revisar” todas las memorias y decidir con qué debe quedarse.
Por ejemplo, si hemos visto una foto que tiene elementos emocionales y no-emocionales, mientras dormirmos, el cerebro puede guardar las partes emocionales importantes y lo menos relevante dejar que se pierda. Puede canalizar memorias previ as para relacionarlo con lo que viste en la foto. Todo esto ayuda a entender mejor el significado de todo lo que hemos recibido durante el día y aprender más de ello.
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