Así es, un nuevo estudio realizado, demostró que a la hora de buscar pareja, los hombres buscan mujeres con una estructura facial similar a la de sus madres, y las mujeres a la de sus padres. Curiosamente esto ocurre incluso cuando el hij@ es adoptad@. Lo que lleva a la conclusión de que este fenómeno de busca llamado impronta sexual está regida por la experiencia y no simplemente por los genes.
¿De que se trata? Pues bien el estudio consitió en lo siguiente: Se analizó los rasgos faciales de 67 parejas de jóvenes que mantenían una relación larga. También estudiaron los rostros de cada uno de sus padres, midiendo proporciones faciales como la relación entre el largo y ancho de la cara, entre la longitud de la nariz y lo largo de la cara, y el ancho y largo de la boca.
¿De que se trata? Pues bien el estudio consitió en lo siguiente: Se analizó los rasgos faciales de 67 parejas de jóvenes que mantenían una relación larga. También estudiaron los rostros de cada uno de sus padres, midiendo proporciones faciales como la relación entre el largo y ancho de la cara, entre la longitud de la nariz y lo largo de la cara, y el ancho y largo de la boca.
Los investigadores descubrieron que, en general, la cara del novio de una mujer era más similar a la cara de su padre que a las caras de otros hombres que participaron en el estudio. Y fue mucho más marcada en las medidas del centro de la cara, las referentes a la nariz y los ojos.
Los hombres también tenían novias cuyas estructuras faciales eran más parecidas a las de sus madres que a las de otras mujeres en el estudio. Pero tienden a enfocarse en la parte inferior de la cara, es decir, la quijada y los labios de sus novias son similares a los de sus madres.
Los hombres también tenían novias cuyas estructuras faciales eran más parecidas a las de sus madres que a las de otras mujeres en el estudio. Pero tienden a enfocarse en la parte inferior de la cara, es decir, la quijada y los labios de sus novias son similares a los de sus madres.
0 comentarios:
Publicar un comentario